Publicado en pixenario.com
El cine venezolano ha tomado como inspiración principal el acontecer de la vida en un país que se cree «chévere» pero tiene demasiados demonios sociales. Las historias están plagadas de violencia, temas tabú y los prejuicios comunes que puede albergar el tercer mundo.
En Venezuela siempre se ha querido hacer un cine lo más realista posible, seguramente porque el presupuesto a veces no da para tanto, pero con el pasar de los años las historias han estado mejor argumentas, producidas y un poco más innovadoras en cuanto a guión.
En esta lista te dejamos una breve selección de películas que han aportado una evolución al cine venezolano:
Secuestro Express
Jonathan Jakubowicz cambió la forma en la que se hacía cine en Venezuela, a través de una historia que llenó la pantalla de tres elementos presentes en el venezolano común: la violencia, el odio y el resentimiento.
Secuestro Express relata el desarrollo de un secuestro en Caracas y la interacción que la víctima tiene con sus captores. Aunque lo que más engancho de esta película es el retrato bien armado que hizo Jakubowicz sobre «un malandro caraqueño». Sus rutinas, su lenguaje (verbal y corporal) y la manera en la que una sociedad intenta con todas sus fuerzas dejar a un lado su instinto violento y aparentar ser perfecta y civilizada.
Una anécdota muy interesante de este filme es que durante su grabación rodaron por toda Caracas en una mini-van durante horas, cargada de armas falsas, además de los equipos de grabación, pero nunca los detuvieron, nunca sospecharon nada de ellos. Así Jonathan plantea cómo se pasa desapercibido en los lugares escondidos y oscuros de una de las capitales más violentas del mundo.
La película está protagonizada por Mia Maestro, Jean Paul Leroux, Rubén Blades, Carlos Julio Molina, Pedro Pérez y Carlos Madera.
Se consideró a Secuestro Express como una de las mejores películas del cine venezolano del 2005-2006 y la primera en ser estrenada mundialmente.
La Hora Cero
Es muy probable que Secuestro Express haya desatado una ola de inspiración por retratar los barrios de Caracas, las armas robadas de los malandros, y el modus operandis del hampa común. Pero La Hora Cero se ha convertido en una de las películas venezolanas mejor reconocidas internacionalmente, transmitiéndose en varios canales de cable como una muy buena obra de cine latinoamericano.
El guión y la dirección estuvieron a cargo de Diego Velazco con ayuda de su esposa Carolina Paiz. Ambos lograron crear una historia que gira alrededor de un temido sicario, de los cerros de Caracas, llamado La Parca, y quien un día se da cuenta que una de las víctimas a la que debe matar es su mejor amiga de la infancia, el amor de su vida, pero ella está a punto de dar a luz. Es así como el asesino secuestra una clínica privada para poder salvarles la vida a ella y a su bebé.
Se considera, entre las películas venezolanas, como la más exitosa de todos los tiempos, recaudando unos 2 millones de dólares.
La casa del fin de los tiempos
La ópera prima de Alejandro Hidalgo conmovió el cine venezolano por ser la primera película de terror que se ha hecho en el país. Su historia mezcla recursos de la ciencia ficción, el drama y la masonería.
La Casa del Fin de los Tiempos relata la historia de Dulce, una madre que se ve envuelta en el asesinato de su hijo y su esposo, cumpliendo una larga condena en prisión hasta ser una mujer anciana. Por su edad y estado de salud ella regresa a casa, recibiendo lo que se llama «casa por cárcel». Comienzan así a suceder hechos extraños que ayudarán a Dulce a resolver el caso del asesinato de su familia.
Esta película fue escrita, producida y dirigida por Hidalgo. Está protagonizada por Rudy Rodríguez, Gonzalo Cubero, Rosmel Bustamante y Guillermo García. De todas las películas venezolanas esta es la primera de la cual se hará un remake norteamericano, a cargo de los mismos estudios que realizaron El Conjuro.
Azul y no tan rosa
La historia de un padre que después de haber embarazado a su novia en bachillerato descubre su verdadera faceta sexual y se declara gay. Tendrá que convivir con su hijo que se ha criado lejos de él, en España, y juntos emprenderán un viaje donde aprenderán lo difícil que es aceptarse como humanos, con sus errores y defectos.
Esta película tiene como protagonistas a Guillermo García, Nacho Montes e Hilda Abrahams. Logró romper con el tabú sobre la homosexualidad presente en el país, además, la mezcla de nacionalidades de sus actores (Nacho es español) supuso una puerta abierta para muchos festivales y reconocimientos internacionales. Es la única de las películas del cine venezolano en ganarse un premio Goya.
La distancia más larga
Esta producción venezolana-española se ganó el corazón del público y se fue de la ruidosa y traicionera Caracas (lugar que suele ser el centro de casi todas las películas venezolanas) para ir a La Gran Sabana. El entrañable viaje de un niño de 10 años, que lo llevará casualmente a encontrarse con su abuela, nos regalará una metáfora de la vida, la libertad y que siempre es posible encontrar nuevas formas para redimirse.
Fue escrita y dirigida por Claudia Pinto y protagonizada por Carme Elías y Omar Moya. Es la primera película venezolana rodada en su totalidad en los grandes paisajes de La Gran Sabana. Se destacó por primera vez internacionalmente en el Festival Internacional de Cine de Montreal y desde entonces ha recorrido unos 80 festivales.
Libertador
Alberto Arvelo ha dirigido la que es hasta ahora la mejor película venezolana que retrata la vida de Simón Bolívar, El Libertador. Como protagonista de esta historia está Edgar Ramírez, quien ya sabemos se está labrando un camino internacionalmente y que no dejó nada qué desear en su actuación.
Esta producción se desarrolló en al menos 7 países distintos, con colaboración especial de Estados Unidos y Alemania y es la película latinoamericana más costosa hasta el momento. El soundtrack estuvo a cargo de Gustavo Dudamel y dentro de su reparto se encuentran figuras reconocidas de la televisión británica, como Iwan Rheon.
A pesar de su gran reconocimiento como la elegida para representar a Venezuela en la pre-selección de película extranjera en los premios Óscar, la historia contiene unas cuantas tergiversaciones históricas como el hecho de la amistad que se muestra entre Bolívar y Sucre en 1812, cuando en realidad no se tiene registro histórico de que ellos mantuvieran alguna amistad durante ese año.
Pelo Malo
Está es quizá una de las películas venezolanas cuyas opiniones conseguirás divididas en dos grupos: los que la aman, los que no la entienden. Pelo Malo cuenta la historia de Junior, un niño que desea con mucha insistencia alisar su cabello rizo. Motivado por su abuela y reprendido por su madre, Junior buscará entender su personalidad, su imagen y sus constantes cambios en una sociedad dominada por el machismo y la homofobia, así como ganarse el amor y la aceptación de su mamá que lo rechaza por ser un poco afeminado.
El guión y la dirección estuvieron a cargo de Mariana Rondón, y las locaciones de la película tienen lugar en la parroquia 23 de enero de Caracas. Un lugar que muestra el recuerdo de una ambición y el futuro de un país en ruinas, plasmado perfectamente en la fotografía de Micael Cajahuaringa. Pelo Malo es una de las películas del cine venezolano que ha logrado ganar por mejor guión y dirección en el Festival de Mar de Plata.
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